Lo tuvo todo para ser amada por su pueblo, pero no lo fue. Alejandra Fiodorovna Romanov era muy hermosa, con unos rasgos clásicos y melancólicos, pero perdió pronto esa belleza debido a los partos y las enfermedades, tanto imaginarias como reales, que sufrió. Era inteligente, pero la educación que recibió se embotó debido a los prejuicios que regían la vida de las mujeres. Era piadosa y generosa, pero las diferencias de clase de su país no se arreglaban con bazares de caridad y hospitales para heridos de guerra.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: