“Neandertales y sapiens tienen mucho en común. Eran dos especies confrontadas, pero con plena humanidad e hibridación”, reflexiona Pérez Henares.
“Neandertales y sapiens tienen mucho en común. Eran dos especies confrontadas, pero con plena humanidad e hibridación”, reflexiona Pérez Henares.

Con una saga de novelas ambientadas en la prehistoria ya en su haber, Antonio Pérez Henares viaja ahora a la que, según sus palabras, fue la primera y más terrible guerra de la humanidad. Un conflicto que acabó con los neandertales y originó un mundo dominado por nuestros antepasados más inmediatos. Mujeres y hombres que a partir de sus creencias, sus expresiones artísticas y una organización social propia, tuvieron que luchar por sobrevivir diariamente entre bisontes, uros, rinocerontes, lobos o leones cavernarios.

Pregunta. Aunque los personajes de La canción del bisonte son ficticios se percibe un amplio trabajo de documentación. No es habitual ver casi cien notas explicativas en una novela…

Respuesta. Es un estilo muy personal mío. Quizás tenga algo que ver mi condición de periodista. De querer colocar al lector en el entorno y el sitio y no engañarle, porque cuando utilizo algún elemento literario, cuando me tomo licencias, me gusta explicarlo. He estado un año y medio escribiendo, pero toda la vida documentándome. Además, para esta novela decidí volver a visitar muchas de las cuevas. De la misma manera que te habla una pequeña iglesia románica o un castillo en el campo, a mí me hablan las cuevas y los paisajes. Yo necesito ir a los yacimientos y aprender de esos sitios todo lo que pueda. La prehistoria no tiene historia escrita, pero hay otras muchas cosas que son incluso mejores. Recordemos que la historia escrita la escriben las personas, a favor de unos y en contra de otros… Pero la prehistoria no miente. Lo que está ahí no ha sucedido porque lo haya escrito alguien. Lo que vamos descubriendo son hechos sin más que tenemos que interpretar.

P. Cada nuevo hallazgo prehistórico que se realiza, ¿revoluciona todo lo que conocíamos previamente?

R. A veces los descubrimientos provocan movimientos telúricos. Los grandes expertos de nuestro país en la prehistoria, como Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro o Enrique Baquedano, son científicos que, a diferencia de muchos otros, no temen que lo que vamos conociendo tire por tierra sus investigaciones. Ellos tienen claro que están explorando y que es un camino larguísimo. Ahora, por ejemplo, creo que va a haber grandes novedades sobre los neandertales en Pinilla del Valle (Madrid).

P. ¿Cree que se valora la riqueza de los yacimientos que hay en nuestro país?

R. Yo he escrito esta novela con los últimos elementos que conocemos sobre la prehistoria. He pisado los yacimientos más importantes de la Península y he contado con el asesoramiento de los mayores expertos que tenemos sobre el Paleolítico. Por eso me enorgullece que nuestros yacimientos estén a la cabeza mundial y que tengamos unos científicos con esta preparación y entrega y que, además, sean maravillosos divulgadores. Porque más allá de demostrar un amplio conocimiento sobre el tema se esfuerzan por transmitirlo. Divulgar no es vulgarizar, es explicar algo muy complejo con sencillez, no con simpleza.

P. ¿Todavía quedan muchos tópicos de aquel momento por desterrar?

R. A mí me enoja la imagen trivial de que los sapiens éramos tipos «semibestiales» y los neandertales bestias totales. Porque vemos que tenían un ingenio y una capacidad artística asombrosa. Los leones de Chauvet y su estudio demuestran que eran unos observadores increíbles. Tenemos mucho en común. En la novela reflejo lo que sabemos: que había dos especies confrontadas, pero con plena humanidad e hibridación. Los euroasiáticos, nosotros, tenemos un poco más de ADN neandertal, algo que nos inmunizó. No obstante, todos somos humanos, y eso es lo más común que se puede tener.

P. ¿Hay algún tipo de moraleja detrás de La canción del bisonte?

R. No tengo en esta novela ninguna intención de dar algún tipo de doctrina. Sí que puede haber, sin embargo, una serie de valores humanos primarios que permanecen y que reivindico. Eso es lo único que hay. Yo ni siquiera juzgo a los personajes. Creo que todos tienen una intención. Uno de los principales, Nublo, perteneciente a los «primeros hombres», tiene una intención. Él quiere salvar a su especie aunque sea a costa del resto, algo que te puede parecer tremendamente cruel, pero eso siempre ocurre en la novela. Y es que querer ponerle una moralina y un esquema del siglo XXI al siglo XVI o al XIV pues imagínate al periodo prehistórico. Lo veo ridículo. Que nadie espere nada de eso. Como un día nos lleven a tener que escribir con esos corsés se acabará con la poesía, la literatura o el cine.

P. ¿Se puede aprender sobre un pasado tan remoto a través de la novela histórica?

Respuesta. Creo que en estos momentos la novela histórica es la puerta de toda una sociedad que está ansiando reen­contrarse con su pasado. Es un instrumento genial. Por eso, tras hablar con autores como Javier Sierra, José Calvo Poyato, Almudena de Arteaga o Santiago Posteguillo, hemos organizado una iniciativa: La novela histórica al rescate de la Historia de España. Y lo hemos hecho sin menospreciar a los especialistas, trabajando codo con codo con ellos. Vamos a hacer un curso de verano en la UIMP con historiadores y prehistoriadores con el que pretendemos potenciar y poner en valor todo ese pasado.

Víctor Úcar

*Entrevista publicada en La Aventura de la Historia, número 237

La canción del bisonte

Antonio Pérez Henares
Barcelona, Ediciones B (Penguin Random House), 2018
504 págs., 21,90 €

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