Si leen este texto de Colette y Jean-Claude Rabaté, donde Miguel Primo de Rivera acusa de defender la “vieja política” turnista entre conservadores y liberales a Unamuno, mientras éste le reprocha aplicar el término “casta” a los militares en su manifiesto golpista del 13 de septiembre de 1923, cuando el “cirujano de hierro” renegaba de la política y el catedrático de Griego aleccionaba a los españoles para que no permaneciesen al margen de ella, so pena de que se la hicieran otros, podrían dudar de que hayan transcurrido cien años desde aquel duelo homérico entre ambos, porque los tópicos del debate siguen vigentes.
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