Desde los albores de la civilización, el espionaje siempre ha constituido una actividad de importancia crucial para aquellos que han ostentado puestos de mando o de gobierno. La práctica de conseguir información secreta es muy antigua: hace cerca de dos mil quinientos años, el general y filósofo chino Sun Tzu, figura casi legendaria de cuya existencia dudan algunos estudiosos, escribió la obra El arte de la guerra, donde –en su capítulo decimotercero, dedicado “al uso de los espías”– remarcó la necesidad de perfeccionar la capacidad de previsión y el conocimiento exacto del enemigo para el éxito de cualquier líder militar o gobernador.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: