Hace ahora 80 años, en 1942, debió inaugurarse la Exposición Universal de Roma; Benito Mussolini pensó en la realización de este gran evento como conmemoración por los 20 años del fascismo en Italia. Esta exposición fue concebida como una magna obra en la que se urbanizarían 436 hectáreas, se levantarían megalómanos edificios y se conectarían, a través de desarrolladas infraestructuras de transporte, las ciudades de Roma y Ostia Antica, creando un eje lineal entre la primera y el mar.
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