Rara vez la virginidad de una reina consorte de Inglaterra ha sido un asunto de tanta importancia pública. Catalina de Aragón, primera mujer de Enrique VIII, era, como es sabido, sumamente devota y virtuosa. Pero ¿conservaba la virginidad en el momento de su matrimonio, poco después de que él ascendiera al trono inglés en 1509? La respuesta a esta pregunta es importante porque lo fue para Enrique VIII cuando, casi dos décadas más tarde, buscaba un motivo para divorciarse de ella.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: