Los milagros de San Vicente Ferrer

El 5 de abril de 1419 falleció uno de los predicadores medievales más decisivos en la historia política de la Corona de Aragón. Más de 600 años después, recreamos la construcción de su leyenda y los sorprendentes milagros que sus devotos le atribuyeron en las décadas siguientes

Edad MediaLos milagros de San Vicente Ferrer

El viernes 23 de enero de 1350, daba a luz en Valencia a Vicente, su segundo hijo varón, Constança Miquel, esposa de Guillem Ferrer, notario de la ciudad. Era el tercer invierno azotado por la peste negra y el decimocuarto en el reinado de Pedro el Ceremonioso, biznieto del Conquistador que, ciento doce años antes, había creado un reino, al tomar a los almohades la ciudad más atractiva de la Xarquía o Levante de al-Ándalus.

Azotado el reino por guerras en el interior y en el exterior, y aún en plena catástrofe demográfica causada por la hambruna de dos lustros de sequía y una peste –que alcanzaba puntas de 300 muertos en un solo día–, la ciudad, sin embargo, consolidaba su desarrollo con la hegemonía cristiana sobre las minorías judía y mudéjar. Una nueva clase ascendía entre la nobleza y el pueblo llano, casi al ritmo que lo hacían las murallas de la ciudad: la floreciente burguesía, de la que era fiel reflejo el notario Guillem Ferrer.

GRAN PREDICADOR. Así imaginó Alonso Cano en el siglo XVII a san Vicente en sus sermones, Valencia, Colección Banco Santander.

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