El 7 de agosto de 1995 las armas callaron en Croacia por primera vez en cinco años. Dos breves ofensivas militares en gran escala, la Operación Verano 95 y la Operación Tormenta, desencadenadas sucesivamente el 25 de julio y el 4 de agosto, había permitido a las tropas del Gobierno de Zagreb acabar con la rebelión de la zona de población cristiana ortodoxa del sur de la República, constituida desde 1991 como la República Serbia de Krajina. En esas semanas, unos 130.000 soldados croatas aplastaron la resistencia de los aproximadamente 30.000 hombres de la milicia serbia y tomaron su capital, Knin. Luego se impuso el diálogo, destinado a minimizar los efectos de un lustro de guerra civil en Yugoslavia.
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