Mi héroe fue un político conciliador. Progresista en su juventud, moderado “puritano” después, terminó en un partido de centro, la Unión Liberal. Conciliador no significa chaquetero o pastelero. Moyano, por el contrario, tenía principios férreos, por lo que tuvo una aureola de hombre “honrado” y “firme”, adjetivos con los que lo calificó Fernández de Córdova en sus Memorias íntimas.
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