The time is money, “El tiempo es dinero”. Ésta sería la versión anglosajona y protestante de nuestro popular “el tiempo es oro”. Se trata de dos refranes muy parecidos y que a veces se confunden o se usan indistintamente.

Aunque, como suele ocurrir, resulte prácticamente imposible remontarse hasta su origen, del primero contamos con una “documentación” histórica de importancia muy significativa. Lo utilizó uno de los “padres fundadores” de los Estados Unidos, Benjamin Franklin (1706-1790), probablemente el que mejor encarnó el “espíritu” de la nueva nación.

Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación:

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí