Isabel de Portugal (1503-1539) ejerció como gobernadora en varios momentos de su corta vida, en ausencia de Carlos V (1500-1558). El emperador fue presionado por las Cortes de Castilla para que se casara con la princesa portuguesa a una edad que ya era muy avanzada para la época. El acuerdo llegó en 1525 y la boda se celebró el 10 de marzo de 1526 en Sevilla.
LAS CLAVES
MÁXIMO PODER. De los trece años que van desde su enlace con Carlos V hasta su muerte, ejerció como regente peninsular durante más de siete.
PROBLEMA PROTESTANTE. Intentó mediar, sin éxito, por su tía Catalina de Aragón ante Enrique VIII en Inglaterra y fue tajante en su oposición a Lutero y sus seguidores.
NUEVO MUNDO. Desempeñó un papel activo en América, donde buscó una buena administración, garantizar el poblamiento y proteger al indio.
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