Por qué nos sentimos atraídos por la estética del arte faraónico? Esa atracción no es nueva. En el antiguo Egipto, la imagen lo era todo. El que la escritura estuviera formada por jeroglíficos que representaban objetos animados e inanimados de la vida diaria, no es casual. Cada uno de ellos simbolizaba un objeto, pero también un sonido. De esta manera, un ideograma podía representar el objeto en sí mismo o el sonido que, en combinación con otros, formaba una palabra. Con ello, uno de los mayores logros que alcanzaron los antiguos egipcios fue imbricar la escritura con el arte, de tal manera que cuando observamos un conjunto escultórico, una pintura o un relieve, además de la escena representada, es muy posible que haya un mensaje en jeroglífico oculto, destinado a reforzar la vida eterna del protagonista.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: