Durante la época flavia, en la segunda mitad del siglo I d.C., Augusta Emérita (actual Mérida, Badajoz, Extremadura) vivió el inicio de su gran esplendor urbanístico. Las edificaciones públicas que se situaban alrededor del primer Foro augusteo de la capital de la provincia romana de Lusitania fueron derribadas, excepto el conocido como Templo de Diana y su entorno. Y se levantaron en mármol una nueva plaza, los pórticos que la rodeaban y una basílica judiciaria.
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