”Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (…), de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso”.
Con este manifiesto publicado en la prensa y dirigido al país y al ejército, el general Miguel Primo de Rivera anunció el primer golpe de estado del siglo XX en España. En la madrugada del 13 de septiembre de 1923, hace cien años, Primo de Rivera hizo público el texto –“no tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone”, señalaba en él– y el bando que declaraba el estado de guerra en Cataluña. A mediodía, el gobierno se reunió para sofocar con la sedición, pero horas después dimitía en pleno y se nombraba un Directorio interino.
El general acababa así, de un soplo, con el régimen de la Restauración, que desde 1874 había dado una inédita estabilidad al país. ¿Por qué se produjo el golpe? ¿Qué papel desempeñó el rey Alfonso XIII? ¿Cómo fue recibido por el pueblo, en un contexto de agitación social tras el desastre de Annual? El artículo que publicamos este mes ofrece todas las claves sobre el inicio de una dictadura que se prolongaría hasta enero de 1930.
Mucho más tiempo, casi cuatro siglos, sobrevivió en España el tribunal del Santo Oficio, la Inquisición española, sobre el que cinco especialistas explican en el dossier que publicamos este mes el día a día de una institución que iba más allá de las torturas y los autos de fe.
Un texto sobre la trayectoria y el patrimonio de la Real Academia de la Historia y un perfil del XVII duque de Alba, entre otros temas, completan el ejemplar que tiene entre manos.
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