Especialmente por la noche, la ciudad tenía un brillo que nunca tuvo París”. Así vio Berlín la artista afroamericana Josephine Baker en 1925, cuando visitó la capital alemana como parte de la gira que hizo mundialmente famosa su danza del plátano, en la que bailaba a ritmo de jazz ataviada con una falda compuesta de estas frutas. Para entonces hacía poco tiempo que en Berlín reinaban las luces: los primeros años de la posguerra, protagonizados por la inflación, habían sumido a Alemania en el caos y la pobreza, y por las noches el espectáculo más común era el desfile de mujeres y niños a los que la miseria había empujado a la prostitución.
La mejora económica que tuvo lugar a partir de 1923 sacó al país de las sombras. La escena cultural alemana se convirtió entonces en una de las más dinámicas de Occidente: los espectáculos de masas, las luces de neón y los nuevos estilos musicales conquistaron las calles de las ciudades, mientras las vanguardias artísticas impresionaban tanto como escandalizaban a un público acostumbrado a los continuos avances científicos y tecnológicos. Como Berlín, el mundo de las artes y las ciencias brilló con luz propia durante el periodo de Weimar.
Artículos de este dossier
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Apasionante el periodo entreguerras de Alemania. Artículos muy interesantes y muy bien explicados y documentados.
Excelente artículo y buena panorámica del periodo artístico de la Republica de Weimar.En el cine ,a parte de Fritz Lang y Joseph Von Sternberg,he echado en falta a F.W Murnau que hizo la mayor parte de las películas mudas durante los años veinte(Nosferatu,Phantom o El último),verdaderas joyas del expresionismo alemán.