La sinagoga del Tránsito, de estilo mudéjar, una sola nave y planta rectangular, se erige orgullosa como símbolo de la cultura judía en la capital toledana. De muros de mampostería y ladrillo, su deslumbrante Gran Sala de Oración, ornamentada con yeserías decoradas con motivos geométricos, vegetales, heráldicos y epigráficos, no deja indiferente a nadie. La sinagoga de Samuel Leví, diplomático y tesorero de la corte del rey Pedro I de Castilla, datada en el siglo XIV, es, desde hace ahora sesenta años, la emblemática sede del Museo Sefardí de Toledo que destaca, más allá de su propia relevancia como Bien de Interés Cultural (BIC), por la colección de piezas que alberga relacionadas con la cultura judía.
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