El 15 de octubre de 1879, de madrugada, una descomunal tormenta, que se calcula descargó hasta 600 litros/m2 a la hora en su momento de mayor intensidad en la cabecera del Guadalentín, provocó el desbordamiento de este río y el Segura, anegando una superficie de unas 24.000 hectáreas y dejando un balance de más de mil muertos e incalculables pérdidas materiales, tanto en Murcia capital como en la Huerta y en toda la región.
La terrible tragedia, que fue ampliamente cubierta por la prensa tanto nacional como internacional de la época, desencadenó una oleada de solidaridad en toda Europa, sobre todo en Francia, donde reconocidos artistas como Gustave Doré o Édouard Manet contribuyeron con obras realizadas ex profeso para recaudar fondos con el fin de ayudar a los damnificados.
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