Aníbal, almirante mercenario, precursor de la guerra biológica”. Sin duda, ésta no es la imagen que normalmente asociamos al general cartaginés que a punto estuvo de doblegar a Roma. Y sin embargo, la carrera militar de Aníbal no concluyó en 202 a.C., tras su derrota en Zama ante Escipión. Exiliado y perseguido por el odio romano, Aníbal se trasladó en 195 a.C. al Mediterráneo oriental y recaló allí como huésped y consejero militar de diversos monarcas helenísticos.
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