El origen de los dominios españoles en el norte de África se remonta a la época de los Reyes Católicos. A partir de entonces, la situación de Melilla, conquistada en 1497, y más tarde de Ceuta, incorporada a la Corona en 1668, ambas en las puertas del Mediterráneo, proporcionaba a esas posesiones un valor considerable para España por cuanto constituían una cabeza de puente para la penetración hacia el interior. Además, le permitían controlar la navegación que transitaba entre los dos mares, sobre todo cuando otros países europeos como Francia y Gran Bretaña mostraban también gran interés por ampliar su influencia en la zona.
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LAS CLAVES
ORIGEN DEL CONFLICTO. En 1843 y 1844 comenzaron los choques con los nativos sobre los límites de Ceuta y Melilla.
MEDIACIÓN. R. Unido y Francia facilitaron los convenios de Tánger y Larache, pero en 1848 hubo nuevos ataques
RUPTURA. A pesar del acuerdo de Tetuán (1859), tribus de Anghera atacaron Ceuta, y España les declaró la guerra.
SECUELAS. La derrota de Marruecos amplió un poco los límites españoles, pero supuso gastos y más de 700 bajas.
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