Julio Verne (1828-1905) ha fascinado por décadas a generaciones de lectores en todo el globo. Sus afamadas obras como Viaje al centro de la tierra (1864), De la Tierra a la Luna (1865), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870) y Vuelta al mundo en ochenta días (1872), han aportado la chispa para dejar volar la creatividad tanto en científicos como en literatos y público en general.
Sin embargo, el escritor también tuvo tiempo para explorar con su imaginación otros lugares más recónditos del planeta. Aunque poco conocidas, Verne dedicó cuatro relatos a Sudamérica, y uno de ellos fue Le Superbe Orénoque.
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