Filólogo e historiador, la vocación de arqueólogo de Adolf Schulten le reputa como uno de los especialistas de más peso en la investigación de principios del siglo XX de nuestro país. Famoso por sus excavaciones en Tartessos, Numancia fue otra de sus grandes pasiones.
Schulten nació en Elberfeld el 27 de mayo de 1870 y murió a los noventa años en Erlangen un 19 de marzo. Hijo de una familia acomodada, estudió con grandes eruditos como Mommsen y Wilamowitz-Möllendorf en la Universidad de Berlín. Se doctoró en Historia Antigua en Gotinga y, en 1909, era ya catedrático de la Universidad de Erlangen. En España fue el especialista en Historia Antigua peninsular más influyente de la primera mitad del siglo XX, y su figura evoca aquellos primeros momentos de arqueología española.
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