Los orígenes de la Universidad de Salamanca se sitúan en el año 1218, cuando según consignó Lucas de Tuy en su Chronicon mundi el rey Alfonso IX de León ordenó crear Escuelas en Salamanca, al igual que había hecho unos años antes en Palencia Alfonso VIII, rey de Castilla. El 6 de abril de 1243, Fernando III, rey ya de Castilla y de León, confirmó dichas Escuelas, con estrechos vínculos con el obispo y el cabildo. Y Alfonso X el Sabio, en 1254, ratificó los privilegios concedidos por sus predecesores y estableció unas normas de organización y una dotación financiera, aunque manteniendo la jurisdicción del obispo sobre los clérigos del Estudio.
Por fin, en 1255, el papa Alejandro IV completó el proceso fundacional de la universidad confirmándola como Estudio General y concediendo a la corporación la licentia ubique docendi, es decir, la validez universal de sus títulos, salvo en París y Bolonia, un reconocimiento que el papado solo concedió durante el siglo XIII a otras cuatro universidades: París (1246), Bolonia (1253), Oxford (1254) y Montpellier (1289).
Artículos de este dossier
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: