Ya fuera para comerciar o para encontrar una nueva tierra que habitar y gobernar como una extensión de la propia, los viajes por el agua han sido una constante de la historia. Antes de la aparición de la agricultura, el ser humano ya navegaba, ya fuera de forma fluvial o marítima, y antes de levantar sus primeras casas ya había construido también sus primeras embarcaciones, por rudimentarias que fueran.
Las civilizaciones mediterráneas alcanzaron unos conocimientos náuticos desde hace por los menos once milenios y una excelencia a la hora de navegar desde hace unos tres. Pero, por muchos conocimientos que se tuvieran, el mar siempre es un medio incierto y los naufragios eran en la antigüedad muy frecuentes: se estima que solo en las aguas del Mediterráneo puede haber en torno a tres millones de pecios hundidos.
Los restos de estas embarcaciones ofrecen hoy a los arqueólogos subacuáticos un inigualable laboratorio para la investigación, aunque de difícil acceso –en ocasiones, imposible–, y a la industria cazatesoros, que siempre ha sabido venderse muy bien y ha logrado dar un toque romántico a la búsqueda de naufragios, una oportunidad de obtener grandes beneficios con el expolio de unos yacimientos sobre los que se causan severos daños –mover de lugar cualquier pieza de un pecio supone descontextualizarlo–.
Cuatro especialistas abordan en este número las características de la navegación y los temores de los marinos de la antigüedad, los mediáticos saqueos de barcos, y dos de los episodios menos conocidos del patrimonio subacuático oculto bajo aguas españolas: el hundimiento de la flota de nueva España en Tenerife, en 1657, y los ataques de los submarinos alemanes en las costas de la península durante la Gran Guerra.
Numerosos artículos completan el ejemplar, como el dedicado a la batalla de Zama, que ilustra nuestra portada y dirimió la segunda guerra púnica, y otro sobre la pompa de la monarquía británica, que desmiente mucho de lo que se ha dicho en los últimos meses a propósito de los grandiosos funerales por Isabel II y la solemne ceremonia de coronación de Carlos III. Pese a lo afirmado, no forman parte de los usos y costumbres de la historia británica y en este número analizamos la evolución de los fastos reales durante las últimas centurias y las razones que propiciaron su cambio entre los siglos XIX y XX.
También dedicamos un texto al impacto que causó el Viejo Mundo a los primeros indígenas americanos que viajaron a Europa, tras el descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón (se destierra el tópico del indígena ingenuo, permanentemente burlado por los occidentales), y detalla los testimonios que dejaron los conquistadores sobre sus encuentros con los naturales en América.
Explicamos el desastre naval de la batalla de Las Dunas (1639), cuando una escuadra enviada para socorrer a los ejércitos que combatían a los rebeldes de las Provincias Unidas fue masacrada por la flota holandesa en el puerto inglés de Las Dunas. Analizamos los errores estratégicos del mando español y ofrecemos las claves de un combate que cercenó la ayuda futura por mar a las posesiones en Flandes.
Y recordamos el 50 aniversario de la Huelga General de Motor Ibérica, el paro laboral y sociopolítico más amplio de toda la dictadura franquista: el despido de los doscientos trabajadores que esta factoría tenía en Noáin (Navarra) despertó un movimiento de solidaridad apoyado por prácticamente todos los sectores de la sociedad navarra. En este número (296) repasamos los diez días de un conflicto que supuso el primer reto para el gobierno de Carrero Blanco.
El ejemplar se completa con numerosos artículos más, como uno dedicado a San Andrés de Arroyo, monasterio palentino que atesora un conjunto monumental y artístico extraordinario; las secciones habituales de Efemérides, Libros, Exposiciones…
Cien páginas de lectura apasionante que ya podéis encontrar en vuestro quiosco de prensa habitual o en suscríbase, suscripciones@artduomo.es y el número de teléfono 924562741.
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¡Feliz lectura!
