En la II Guerra Mundial, las innovaciones e invenciones tecnológicas fueron legión, en especial, aunque no siempre, en las potencias más ricas. Entre aquellas hay armas, materiales, transportes, productos realmente eficaces, militarmente hablando, como las bombas teledirigidas, la bomba saltarina de los Aliados, el radar y el sonar, los torpedos humanos italianos, los oleoductos submarinos de los estadounidenses, las armas V alemanas, los puertos flotantes, los submarinos enanos de varios países, etc. Algunos de estos inventos fueron útiles también en su aplicación civil.
Pero hubo también proyectos absurdos o desastrosos, como el de las palomas bombarderas, el lanzamiento de agujas con ricina sobre Alemania o el ántrax en el aire, ambos británicos, bombarderos japoneses y alemanes demasiado gigantescos, carros de combate desmesurados, entre otros.
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