Alrededor del día de Navidad, se reunían las “pandas de tontos o locos” para recorrer los cortijos y ventas serranas en torno a Málaga, a fin de pedir donativos para las ánimas benditas. El día de los Inocentes o “de los Tontos” (28 de diciembre) acudían a sus respectivas ermitas a entregar lo recaudado para el mantenimiento anual del culto. En esta comarca se cultivan viñedos y olivares, abundando la variedad de aceituna llamada verdial, que mantiene su color verde incluso tras madurar, por lo que se la conoce como “partido de los verdiales”, lo que por extensión dará nombre al folclore local.
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