Probablemente nadie en Occidente haya encarnado mejor que César el oficio de político. Su habilidad, audacia y fortuna son proverbiales. Ya en la Antigüedad, su cognomen familiar, César, se convirtió en el título más popular para referirse a los emperadores romanos. Vidas de los doce Césares se titula la colección de biografías firmada por Suetonio, encabezada precisamente por la del dictador que inició la saga. Es el sentido con el que hay que entender el consejo evangélico “Dad al César lo que es del César…”, o el lema Aut Caesar aut nihil, escogido por el ambicioso Borgia, “modelo de políticos” según Maquiavelo.
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